Según la empresa de investigación Impress R&D la industria del libro digital lleva camino de convertirse en un negocio de 52 billones de yenes este año. Un éxito que preocupa a editoriales como Kodansha que ven peligrar el modelo de negocio del libro impreso.
Los teléfonos móviles son el principal soporte de lectura para el manga digital, de hecho representa entre el 70 y el 80 % de las ventas de libros electrónicos. Aunque la inminente popularización del Kindle y el iPad se percibe como un peligro cercano. De esta forma, Kodansha y 30 editoriales más están discutiendo con el gobierno japonés las consecuencias de la digitilización de libros para la industria editorial.
Yoshinobu Noma, vicepresidente ejecutivo senior de Kodansha y el jefe de la Asociación de Editores de Libros Electrónicos de Japón, ha declarado al respeto: "Las consecuencias de un emergente mercado de libros electrónicos para la industria editorial japonesa no es algo que pueda ser ignorado".
Desde la asociación se apunta a que no deben cometer el mismo error que la industria musical que el cambio al formato digital supuso un duro golpe para el CD debido a la disponibilidad música gratis en internet. El objetivo de la asociación es encontrar un punto medio en el que puedan convivir las ediciones digitales con las impresas en el que ambas puedan ser rentables.
Aunque sin duda, y dejando a un lado la piratería, una de las cuestiones principales que deberán afrontar las empresas es cual será el papel de las editoriales cunado los autores puedan publicar ellos mismos sus trabajos en la red.